Impacto
La implantación de comunidades energéticas en polígonos industriales genera mejoras estructurales duraderas, aumentando la resiliencia de las empresas frente a la volatilidad de los precios energéticos. Al mismo tiempo, fomenta la cooperación entre empresas, promoviendo un modelo energético más justo y autosuficiente.
La inversión en energía limpia reduce costes y emisiones, mientras que la participación en la comunidad energética mejora la imagen corporativa y atrae nuevas oportunidades de negocio. Este modelo es replicable en otras zonas industriales, acelerando la transición energética y consolidando un sistema más eficiente, sostenible y beneficioso tanto para la economía como para el medio ambiente.